GALLENADO

Al límite de las amenazas

miércoles, 16 de noviembre de 2022 · 08:13

La condición radical y obsesiva del antitaurinismo, que tan poco parece interesar a los que tienen la responsabilidad de asumir y la obligación de atajar, ha vuelto a desafiar al mundo del toro ahora en Hispanoamérica y Francia. Esa amenaza latente, que se arremolina bajo la piel de los que dicen defender a los animales, se está mostrando de manera contundente en los países de habla hispana, y también en la vecina Francia, con el único objetivo de abolir. Y allí, ahora, quieren revelar su verdadero y sombrío “yo”. Decididos, y cada vez más radicales en sus obsesionados objetivos, emergen con la fuerza de la sinrazón.

Escandalosa proliferación de oportunistas que, amparados en el animalismo de moda, declaran guerra abierta al toreo acelerando sus falsas reivindicaciones. Políticos que deciden con el argumento de una fingida condición “protectora”. Gente sin escrúpulos que enmascaran su osadía con un inexistente calado moral.

Con estos últimos acontecimientos uno vuelve a reanalizar lo que casi nadie impide. A levantar, otra vez, la voz contra la incultura de la prohibición. Una voz que obligue a replantear el problema. A prestarle la necesaria atención a esta cuestión que comenzó aquí, hace años, inhabilitando a Cataluña para el toreo. La decisión de unos progres separatistas se convirtió en la eliminación de la tauromaquia en Barcelona cerrando una de las más importantes plazas de toros de España. Prohibición convertida en la gravedad de la decisión de una grey política proclive a liarla. Aquí o allí. En México el gran “embudo de Insurgentes” se pudre cerrado al toreo. Dicen que por decisión de un juez.

Se está alcanzando la posición liminar. Se está al límite de las amenazas. No vale mirar para otro lado. No se puede esperar a respuestas engañosas para responsabilizarse del problema. En Colombia la tentativa abolicionista fue frenada por sólo tres votos de diferencia que, de momento, ha hecho cambiar el fatal desenlace.

Lo sórdido de estas conductas, lo envilecido, la sinrazón de la deformación de lo que se proponen, o la intervención sin sentido de estos que van por el camino contrario, debe agitar conciencias y recursos que han de evitar males mayores. Así que habrá que preguntarse además de América y Francia ¿quién?